«Las últimas estimaciones que tenemos es que se trata del 10% de los niños menores de 5 años en la región los que no están registrados», dijo en Panamá Bernt Aasen, director regional para América Latina y el Caribe del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
«Anualmente nacen en la región 1,3 millones de niños que no llegan a ser registrados y, si vemos el rango de cero a cinco años, el número de niños sin documentos e invisibles en la sociedad son 6,5 millones», añadió Mia Harbitz, especialista en temas de registro del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Aasen y Harbitz hicieron estas declaraciones durante la inauguración en Panamá de la 2ª Conferencia Regional de América Latina y el Caribe sobre derecho a la identidad, un evento que reunirá hasta el jueves a funcionarios y expertos para tratar un problema que repercute sobre todo en los más pobres.
«Es un doble castigo porque los más pobres no son registrados y por tanto no existen y no se benefician de proyectos y programas públicos para ayudarlos», dijo Aasen.
«Además, en muchos países, si los niños no están registrados no entran en las escuelas y si no entran en las escuelas la exclusión va a seguir por toda su vida», añadió.
Los niños pertenecientes a comunidades indígenas, poblaciones ubicadas en lugares remotos, migrantes y afrodescendientes, son afectados por una práctica en la que influyen desde razones económicas hasta culturales, según los expertos.
«En algunos países hay costos relacionados al trámite en las oficinas o al transporte para llegar a ellas. O también barreras culturales como que los funcionarios no hablan las lenguas de las poblaciones indígenas y no se pueden entender», dijo Aasen.
Otras poblaciones con alto número de niños sin registrar son los hijos de los inmigrantes, sobre todo aquellos que se encuentran de manera ilegal en los diferentes países y que no acuden al Registro por temor a ser descubiertos y deportados.
También están los casos de muchos padres que no reconocen a sus hijos y, por tanto, la madre no puede acudir al registro porque en diferentes países las autoridades sólo reconocen al menor ante la presencia del padre y de la madre.
«En muchos países, los Estados no reconocen la importancia que tiene el registro civil para garantizar la identidad legal de los ciudadanos», dijo Harbitz.
Hace cuatro años, en Paraguay, los Estados de América Latina se comprometieron a alcanzar para 2015 un registro de nacimiento universal y gratuito, un objetivo que los expertos ven posible debido a los avances que ha habido en todos los países, aunque reconocen su dificultad.
«Estamos conscientes que el último 10% (de registros) no será tan fácil de alcanzar sobre todo porque las barreras están relacionadas con dinámicas de discriminación y exclusión», dijo Roland Angerer, director regional para las Américas de la ONG Plan Internacional.
Se estima que hace 20 años los niños sin inscribirse en el registro civil representaban el 40 % en América Latina y el Caribe. Esa cifra se redujo en 2006 hasta un 18%.
«Hoy podemos felicitarnos por haber avanzado significativamente en el cumplimiento de este compromiso (…) sin embargo no podemos detenernos todavía en la celebración, ya que esta brecha significa que hay millones de niños y niñas en esta región que aún no están registrados», manifestó Angerer.